Es interesante ver las distintas formas en que reaccionamos cuando ponen ante nuestras narices el último gadget de moda. Algunos se preguntarán: «¡qué caro! ¿Para qué podría yo necesitar algo así?»; mientras, otros se dirán: «no tengo ni idea de para qué sirve este trasto, pero ¡tiene que ser mío!»; algunos se fijarán más en su diseño, otros en sus capacidades y los más precavidos en su precio. En cualquier caso hay 2 aspectos vitales en nuestro primer contacto con un nuevo gadget: el diseño y la forma de interactuar con él, es decir, su interfaz.
El diseño es lo primero que entra por los ojos del usuario. Echemos un vistazo a 2 cámaras digitales fabricadas por sendas compañías que enfocan de manera muy distinta el diseño de sus productos:
He seleccionado 2 modelos con características similares fabricados por Sony y Pentax. El modelo de Sony es revolucionario en lo que a su diseño se refiere con una cubierta móvil que ocupa todo el frontal y que hará las veces de original mecanismo de encendido y apagado. Además, el tamaño de la cámara es mínimo y todos los detalles estéticos han sido cuidados al milímetro. Por otro lado, el modelo de Pentax presenta un diseño mucho más convencional que denota la escasa inversión realizada en diseño a la hora de elaborar este modelo. La diferencia en el precio es notable (la Sony cuesta más del doble) a pesar de que ambas disponen de las mismas funcionalidades ¿con cuál te quedarías tú? (yo ya os digo que elegí la Sony ;)).
El otro aspecto con el que tendremos que enfrentarnos desde el principio a la hora de emplear un gadget de estas características (ya sea una cámara digital, un reproductor mp3 o un teléfono móvil) es la interfaz de usuario. Hace unos días el pronto ex-presidente de Microsoft, Bill Gates, declaraba que Windows 7 permitirá al usuario interactuar con el sistema operativo por medio de pantallas táctiles y ordenes habladas (¿para cuándo una versión de Internet Explorer que se maneje con la mente? ;)). De igual forma, ya es una realidad otro producto de Microsoft que dio que hablar en su momento pero que se ha ido perdiendo en el olvido: Surface, un nuevo concepto de ordenador en forma de mesa que permite interactuar con él de manera táctil y que incluso detecta dispositivos como teléfonos móviles con sólo ponerlos encima de su superficie.
Pero la bandera de esta nueva ola de dispositivos que buscan algo más que una carcasa agradable a la vista es el espectacular iPhone de Apple (seguido de cerca por su hermano pequeño el iPod Touch, con un nuevo modelo de 32Gb). Esta maravilla de la compañía de Steve Jobs no sólo cuenta con un diseño y unas prestaciones espectaculares sino que representa una auténtica revelación en la forma de interactuar con un teléfono móvil. A todo esto hay que unir que, al contrario de Surface, se trata de un dispositivo para casi todos los públicos por su accesibilidad y precio.
En resumidas cuentas, por muy cierto que sea el hecho de que las apariencias puedan llevarnos a engaño, no es menos cierto que cada día los usuarios valoramos más un diseño cuidado y, sobretodo, una forma de relacionarnos con la tecnología que nos rodea de una manera original y creativa.
El autoestopista digital 
